domingo, 18 de julio de 2010

Oposición 1: el examen escrito

(NOTA: texto escrito después del examen escrito y poco modificado desde entonces. Es que no me he acordado mucho del blog últimamente)

¡Síiiii! ¡No me lo puedo creer! ¡Salió el 45! ¡Mi tema favorito entre los favoritos!
Lo había hecho en el último simulacro de la academia, prácticamente igual que el día del examen escrito en la oposición (vale, cambié un apartado de orden, pero en la opo me acordé de cómo se demostraba una cosa que en el simulacro no hice), y el profe me puso un 8'25. No me dio tiempo a escribir nada de áreas y volúmenes (era el tema de poliedros, en concreto de sólidos platónicos y arquimedianos), pero en la academia tampoco. Ahora sólo espero que a los del tribunal les guste también... De todas formas, el tema este también tiene la ventaja de que en general no gusta mucho, así que con suerte no lo habrá cogido mucha gente y les entretendrá más. O eso espero jeje.
Ahora, pasé un mal rato cuando nos dijeron los temas... Llega el profe con su folio con los resultados del sorteo, y empieza a escribir en la pizarra. El 22 (¡ay, madre! ¡que este no me lo sé!), el 23 (¡este tampoco!), el 27 (este no me gusta y es difícil y muy puntilloso, pero si no queda otro remedio...), el 35 (¿el 35? ese ni me lo he leído en las tres veces que he preparado esto, ¡es infumable!), y el 45 (¿el 45? ¿he dicho el 45? ¡no puede ser, creo que me voy a echar a llorar de la emoción!!!!). Vamos, que me costó un par de minutos reponerme y contener las ganar de ponerme a gritar. Pero, claro, si me ponía a llorar en primera fila se iba a notar mucho...
Los problemas los hicimos también ese mismo día. No me salieron tan bien, eso sí, pero es que era difícil que me salieran mejor que el tema.El primero era de Geometría, de esos retorcidos que incluso después de ver cómo lo resuelven un par de academias sigo sin verle el sentido. El segundo era de números complejos (otro de mis temas favoritos) y tenía tres apartados: dos me salieron perfectos y el tercero no lo supe hacer. El tercero perfecto, lo habíamos hecho en la academia y, si bien lo hice primero mal, al repasar vi el error, rompí la hoja y lo volví a hacer, esta vez bien (y luego comprobado con los apuntes de la academia). El cuarto dudoso: los resultados me dieron bien pero se le pueden poner pegas en cuanto al rigor.
Horrorosos los tiempos, eso sí: nos citaron a las nueve y a las nueve y cuarto, cuando nos tenían ya sentados, nos dicen que hasta las diez no vamos a empezar (tres cuartos de hora mirando al techo antes de un examen. Vamos, de lo mejorcito para el ataque de histeria). Acabamos el tema a las doce y cuarto, y los problemas no fueron ¡hasta las cuatro!
Yo entiendo que es para evitar que la gente se presente en dos comunidades pero cuando volví a casa por la tarde, que encima se me jorobó el metro, estaba tan agotada que a las diez me quedé dormida en el sofá.

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