viernes, 7 de septiembre de 2012

No interina no asignada

     Pues ya estamos igual que el año pasado por estas fechas: otra vez sin centro a donde ir a trabajar y con las clases a punto de empezar. Y ni siquiera es que haya bajado mucho el número de los que estamos en esta situación, así que se me ocurren dos explicaciones: o bien no se ha jubilado ningún profesor de mates este curso, o bien han hecho recortes sobre recortes de manera solapada. Bueno, o las dos cosas, que mi Espe y sus amigos no se cortan con nada.

     Hablando de su falta de vergüenza (por decirlo de manera fina) un par de apuntes:

- se han contratado una treintena de profesores nativos (irlandeses, escoceses,...) a dedo para dar asignaturas como EPV (Educación Plástica y Visual) o Educación Física. Algunos de ellos no saben español. Ninguno de ellos ha pasado el proceso de oposición que sus compañeros sí. Y el argumento de nuestra querida presidenta es que la Unión Europea permite la libre circulación de trabajadores. De hecho los ha contratado como acto de insumisión frente a las órdenes directas del ministro Wert (que es también para echarle de comer aparte y al que sólo le falta decir aquéllo de que "con Franco vivíamos mejor") que le dijo que ni de coña sin aprobar la oposición y sacar su plaza como todos los demás. En fin, el caso es que hay que meter el bilingüismo con calzador.

- caso que conozco de primera mano. Profesor que lleva varios años en un mismo centro de PoblaciónDelExtrarradio, sin coche ni interés en tenerlo (¡ah, malandrín!), que vive de alquiler en dicha PoblaciónDelExtrarradio. En la asignación provisional que hicieron en julio le dieron un centro en OtraPoblaciónMásPequeña, así que dejó su casa de alquiler y (supongo, esta parte no me la sé bien) se organizó de alguna manera para poder trabajar en OtraPoblaciónMásPequeña. Pues bien, en la asignación definitiva de ayer le han vuelto a asignar su centro de PoblaciónDelExtrarradio. Espero de verdad que en julio alguien pudiera haberle asegurado esto aunque fuera "de tapadillo", porque si no es para matarlos...

     Y aquí estoy, mirando de vez en cuando a ver si ha salido algo nuevo. Los rumores del Foro de la Sur (sitio en el que aparecen las resoluciones y los listados oficiales antes que en la página de Recursos Humanos de la Consejería, manda narices) están divididos entre "saldrá algo a última hora de la mañana" y "hasta el lunes nada". Lo que más me preocupa es que hay quien dice que ha hablado con las DATs y otra vez están perdidos y no saben qué va a pasar. Yo esperaba que este año les hubieran dejado organizarse un poco mejor, pero parece que ellos tampoco le importan a los de arriba.

lunes, 3 de septiembre de 2012

Puzzle Craft para iPad

     Hace mucho que no escribo de juegos ni de videojuegos, que es de lo que se supone que iba este blog, pero hoy me he decidido a escribir un pequeño post sobre el último juego que he terminado: el Puzzle Craft para iPad.

     Se trata de un juego en apariencia sencillo, pero con más profundidad de lo que parece a primera vista. En resumen se trata de conseguir los recursos necesarios para que tu población vaya creciendo y llegue a convertirse en un reino. Para conseguir estos recursos puedes "ir" a la granja o a la mina. En la granja consigues trigo, paja, gallinas, zanahorias,... En la mina empiezas por coger tierra, hierro y piedra, y acabas cogiendo incluso oro y diamantes.

     Para conseguir estos recursos hay que hacer líneas de al menos tres de ellos (como en otro juego que se llama Dungeon Raid) y, por ejemplo, si unes muchos trigos sale una zanahoria y si unes muchas zanahorias sale una manzana. El número de turnos en la granja es fijo y en la mina tienes que comprarlos con comida hasta un máximo fijo.

     Con los recursos puedes hacer, principalmente, dos cosas: construir edificios (que te dan algún tipo de beneficio, como herramientas, que aparezcan más recursos, más turnos en la granja o la mina,...) o contratar trabajadores (que también te dan beneficios, normalmente el que tengas que unir menos cantidad de un recurso para conseguir el de orden superior). Estos beneficios hacen que según avanza el juego haya que ir cambiando ligeramente la estrategia, y así se hace menos repetitivo.

     Ahora, he de confesar que lo mejor del juego ha sido el final: todos los trabajadores diciéndote lo bien que lo has hecho para transformar su pequeño asentamiento en un reino floreciente. Eso le sube la moral a cualquiera.

Despistada

     Se supone que hoy tendría que haber empezado a trabajar pero no lo he hecho. Supongo que habrá quien le eche la culpa a lo vagos que somos los funcionarios y a la cara tan dura que tenemos los maestros (no sirve de nada explicar que soy profesora, y que no es lo mismo maestro que profesor), pero en realidad si hay que culpar a alguien es a la "cabeza pensante" que hizo los recortes del curso pasado.

     El inicio del curso pasado fue una locura, con más de un millar de profesores (sólo profesores y sólo en la Comunidad de Madrid) funcionarios de carrera (esto implica, entre otras cosas, que la Administración tiene la obligación de darles un trabajo apropiado a sus funciones y, que si no se lo da, les tiene que pagar igual) sin destino asignado a primeros de septiembre. Como les pilló con el pie cambiado hicieron un reparto de aquella manera (yo sigo sospechando que lo hicieron a mala idea y le dijeron al programa de ordenador que pusiera a cada profe donde más le pudiera molestar) y pusieron a los funcionarios de carrera a hacer sustituciones, lo cual no acaba de ser totalmente legal ya que en un puesto dado sólo puede haber un funcionario titular o, en su ausencia, un interino.

     Total, que acabé en Móstoles (teniendo en cuenta que entonces vivía prácticamente en Alcobendas) haciendo una sustitución que duró hasta Navidades. En enero me dieron otra sustitución en otro pueblo de la zona sur de Madrid. Cuando esta última acabó no tenían dónde mandarme y se les ocurrió la feliz idea de que volviera en "labores de apoyo" al instituto ("labores de apoyo" es un eufemismo para "vete al instituto y siéntate en la sala de profesores a no hacer nada por si falta algún profe de guardia o algo"). Con un barrigón de ocho meses, una sala de profesores permanentemente helada por los recortes en calefacción y media hora larga de M30 por trayecto, en lugar de irme al instituto me fui al médico a que me diera la baja por dolor de espalda. Y un par de semanas más tarde empalmé con el permiso de maternidad.

     Así que estoy completamente desasignada y, como ya directamente han dicho que no van a asignar destinos para este curso hasta "a partir del 6 de septiembre", pues estoy aprovechando para acabar de organizar cosas en casa. Pero se hace extraño. Y, encima, el jueves o el viernes (con suerte, que podría ser que no lo hicieran) me asignarán un centro al que probablemente ya no llegaré a tiempo para el reparto de grupos, y en el que tendré que empezar las clases a trompicones y sin conocer el instituto. Si al final no noto tanta diferencia con cuando era interina*...


*Los interinos en cambio lo tienen crudo. Dado que nos están poniendo a los funcionarios a hacer las sustituciones ellos ya prácticamente no tienen trabajo...

martes, 22 de mayo de 2012

Hoy vengo a protestar

     En un principio este blog iba a hablar de juegos y videojuegos y, en realidad, tampoco he escrito tantas entradas ni han sido de juegos. La de hoy tampoco lo va a ser. No se si va a ser larga o corta, y si le falta alguna tilde es porque no las encuentro en el teclado del ipad y se me han pasado al revisar el texto en el ordenador. 
     Lo que sí sé es que necesito escribir un rato a ver si así despejo un poco la cabeza. Que sí, que podría hacerlo sobre papel, pero me apetecía mas probar este teclado (y por ahora parece que no me va mal). 
     Pues eso, que como dice el título vengo a protestar. A protestar sobre todo para ver si consigo quitarme de la cabeza que quizá no sea una buena madre por no dar el pecho ni llevar a la nena en un portabebés. 
     De lo de no haber parido casi prefiero no hablar. Como ya conté al final fue una cesárea de urgencia y, desde mi humilde y no muy científica opinión, creo que fue justificada: la niña era muy pequeña y no había garantías de que fuera a superar el parto, no se podía quedar dentro a ver si crecía porque se estaba quedando sin liquido amniótico, mi tensión estaba por las nubes (de hecho, tenia preeclampsia aunque nunca se pronunció esa palabra ni aparece en ningún informe),... En fin, que es relativamente probable que, de haber insistido en un parto natural, ni la nena ni yo estuviéramos ahora aquí, o al menos no en estas condiciones. 
     Los momentos inmediatamente posteriores a la cesárea no pueden calificarse con otra palabra que no sea crueldad, aunque puedo entender que no había mucha opción a hacerlo de otra manera. No pude más que darle un beso en la frente (ni tocarla siquiera porque me habían atado los brazos para que estuviera quieta) y se la llevaron a la incubadora, y a mí me llevaron a reanimación. Como fue por la noche no me subieron a planta hasta por la mañana pero, en realidad, habría dado igual, porque no me dejaron levantarme de la cama e ir a verla hasta por la tarde... 
     Supongo que cualquier asesor de lactancia me diría que ahí perdimos las dos unas horas cruciales, pero tampoco creo que hubiera habido mucho remedio sin hacernos daño a ninguna de las dos. Y cuando por fin me la pude poner al pecho tampoco funcionó: yo no sabía cómo hacerlo, y ella no tenía fuerza suficiente porque era muy chiquitina. Durante el tiempo que estuvimos en el hospital fui al sacaleches cada vez que pude pero no conseguía leche mas que para un bibe o bibe y medio, y ella seguía sin ser capaz de agarrarse. Supongo que con un bebé de tres kilos y medio se puede una permitir el lujo de esperar a que se agarre porque ya lo hará cuando tenga suficiente hambre, pero no con una niña que no llegaba a los dos kilos. 
     A los diez días por fin nos dejaron irnos a casa, con instrucciones muy precisas de que no pasara mas de tres horas sin comer pues se podía deshidratar. El primer sacaleches que me compré no era, ni de lejos, tan eficiente como los del hospital, con lo que la cantidad de leche empezó a disminuir, y encima hacía un ruido de mil demonios. Hablé con la matrona y me recomendó otro distinto, que también compré, y me dijo que intentara usarlo preferentemente cada dos horas, además de ponerme a la niña al pecho en el mayor numero de tomas posible. Pero esto último tampoco era tan fácil pues sólo intentaba agarrarse cuando no estaba ni dormida ni muy hambrienta, es decir, como mucho un par de veces al día. Al menos este segundo sacaleches no hacía apenas ruido y funcionaba mejor, con lo que hubo algún día aislado que conseguí llenarle dos bibes con mi leche. 
     A las cinco semanas ya no podía mas. Después de haberme levantado a las tres y a las seis de la mañana (cuando mi marido empezó a trabajar las noches de entre semana las hacía yo que luego podía dormir una buena siesta) la toma de la mañana empezaba a las nueve, la niña podía tardar tres cuartos de hora o una hora en tomarse el biberón, luego había que ayudarla a dormirse, después me ponía en el sacaleches... y muchas mañanas me encontraba a las once sin desayunar, con el camisón abierto hasta la cintura y con la certeza de que a las doce había que empezar otra vez. 
     Así que un día dije basta, y mi propio cuerpo pareció decirme que había acertado porque en su última toma mi bebita se tuvo que soltar porque me había sacado sangre del pezón y no le gustó nada. 
     Pero el caso es que me siento culpable, y creo que no debería. Entiendo que la lactancia materna es el mejor alimento para los bebes, pero hay veces que no funciona. Es posible que pudiera haberle puesto más empeño, pero creo que no muchísimo mas. Es posible que pudiera intentar una relactancia, pero nadie puede dar garantías de que fuera a funcionar y, siendo sincera conmigo misma, lo cierto es que lo haría más por mí, por intentar quitarme el sentimiento de culpa, que por ella. 
     Hoy por hoy la nena es una bebita de tres meses muy feliz y muy activa, que quiere estar sentada y parece que ya quiere hablar, que me conoce perfectamente y me dedica multitud de sonrisas desdentadas y gorgoritos. Pesa más de cuatro kilos, está muy larga (ha crecido 13 centímetros en estos tres meses) y está perfectamente sana. ¿Qué más puedo pedir?

PD: si has llegado hasta aquí, gracias por leerlo. Sé que no tiene nada que ver con el blog, pero necesitaba soltarlo.

martes, 10 de abril de 2012

Dos meses ya


Han pasado dos meses desde que nació la nena, y es increíble cómo ha cambiado desde entonces. De tamaño ya es como un recién nacido normalito tirando a grande (casi tres kilos y medio, y 51 centímetros), pero lo que a mí me alucina es ver cómo cada vez se va relacionando más con el mundo que le rodea.
Al principio un bebé es como un cachorrito, incluso se puede pensar que no hace nada (sobre todo si es una bebita buena como la mía, que al principio no hacía más que comer y dormir) porque apenas ve con claridad ni le importan excesivamente los ruidos. Pero según van pasando los días empieza a ir centrando la vista, a pasar más tiempo despierta, a girarse hacia las voces que conoce (las de sus padres),..., y a mí, desde hace unos días, cuando está despierta y de buen humor hasta me premia con una sonrisa desdentada cuando me acerco y la saludo.
Todavía no se le puede entretener con sus peluches y sonajeros porque todavía le dan exactamente igual, y tampoco te echa los bracitos para pedirte que la cojas, pero me han asegurado que ya está a punto a punto de descubrir que tiene manos.
Y eso sí que será todo un avance!

miércoles, 29 de febrero de 2012

Ya estamos en casa


Después de un parto (por llamarlo de alguna manera) atípico y unos días en el hospital, por fin estamos en casa y adaptándonos. Lo que empezó siendo una revisión rutinaria se transformó progresivamente en "casi que te vas a quedar ingresada y te provocamos el parto mañana", "bueno, no, casi que esta tarde", "vaya, la oxitocina no funciona y queremos provocarte el parto de forma un poco más bruta, deberías ponerte la epidural" y "esto sigue sin funcionar y tu nena no aguantaría un parto tan largo, así que te rajamos, ¿vale?".
Así que unos minutos más tarde me enseñaron a mi niña (que lloró solita cuando la sacaron y me pareció el sonido más bonito que había escuchado en mucho tiempo), me dejaron darle un beso y se la llevaron a la incubadora porque pesaba un poquito menos de 2 kilos (en realidad, ese era el único problema que tenía, que era pequeña, por lo demás estaba sana como una manzana. Y no, no era prematura, sólo muy chiquitina). A mí se me llevaron también a una sala de reanimación con las otras chicas a las que habían hecho cesáreas esa noche, que hasta por la mañana no nos iban a subir a planta.
Hasta el día siguiente por la tarde no me dejaron ni levantarme de la cama pero luego ya me dieron permiso para que me bajaran a ver a la niña en una sillita de ruedas. Estaba dormidita y no la pude coger, aunque sí acariciar por la ventana de la incubadora.
Después vinieron varios días en los que yo estaba aún ingresada y bajaba cada tres horas a verla y darle su bibe, que a veces era de mi propia leche materna (la pobre es tan chiquitina que no podía agarrarse bien). El siguiente periodo lo pasamos en una habitación en el propio hospital en el que estaban la incubadora de la nena y un sofá cama para mí, así que podía estar todo el día con ella, alimentarla, bañarla,... Y luego nos dejaron venirnos a casa, donde por fin pude volver a dormir en mi cama (y con el informático) después de 10 días, aunque con el control periódico de una enfermera. Pero ya nos ha dicho que el próximo lunes le dará el alta, que está engordando a muy buen ritmo y que la cuidamos muy bien :)
¡Soy tan feliz!

lunes, 2 de enero de 2012

Otro año que ha pasado (revisión de propósitos)

Este año pasado he escrito bastante poco (cinco entradas nada más) pero, dado que me escribí una lista de propósitos para el 2011 me apetece comprobar cuáles he conseguido y cuáles no.

- Como proyecto importante quiero volver a quedarme embarazada. HECHO. No tengo aún a Rebeca en mis brazos porque nos costó algún mes más de lo previsto, pero la espero para finales de febrero o primeros de marzo (con un poco de suerte, para el 29 de febrero!). Por ahora todo está yendo absolutamente genial así que estoy realmente contenta.

- También sé que tengo que adelgazar y hacer más ejercicio. REGULAR. Y por temporadas. Obviamente ahora estoy cogiendo peso, pero bastante poco (no llega a 6 kilos en los 7 meses que llevo de embarazo, así que estupendamente). En cuanto al ejercicio, he retomado las clases de yoga, pero debería salir a caminar con más frecuencia.

- quiero colgar el visillo de la cocina, que me deslumbra el sol por las mañanas. HECHO. Hace apenas unos días, pero hecho :)

- quiero seguir yendo al instituto contenta, aunque estaría bien organizarme mejor los exámenes para que no se me acumulen. HECHO. En el del curso pasado estuve realmente contenta, y en el de este primer trimestre (sí, soy de esas funcionarias de carrera a las que han puesto a hacer sustituciones) tampoco he estado mal, aunque estaba mucho más lejos de casa.

- quiero ser un poco más ordenada. NO HECHO. O, al menos, es discutible. Yo lo intento, de verdad, pero el nivel de entropía de mi escritorio me resulta prácticamente imposible de controlar.

- quiero acostumbrarme a limpiarme la cara por las noches, que ya debería empezar a cuidar mi piel (hay quien dice que tendría que haber empezado hace una década). REGULAR. Sólo por temporadas.

- quiero acabar un cuadro en punto de cruz que era para una niña que iba a nacer, y que está a punto de cumplir un año. NO HECHO. Además, ahora la niña no sólo está a punto de cumplir dos años, sino que también va a tener una hermanita.

- quiero escribir más en el blog, que lo cierto es que me hace bien pero no suelo encontrar el momento. Y no sólo escribir sobre mí, sino también sobre juegos, que era el objetivo inicial. NO HECHO.

- quiero jugar a más juegos de mesa, por lo menos ahora en invierno, que en verano apetece más salir a la calle. REGULAR. He conocido juegos nuevos (Smallworld, Risk mitológico, Un mundo sin fin, Agrícola,...) pero aún querría poder dedicarles más tiempo.

- quiero que salga adelante una partida de rol que me han propuesto, aunque sea de cuarta. NO HECHO.

- quiero leer montones de libros. REGULAR. Es más, diría que este año he leído menos de lo que es habitual en mí aunque, como no he llevado la cuenta, tampoco podría estar segura.

- quiero practicar las recetas de los libros de cocina que tengo, y comer más variado y mejor. También quiero averiguar si tengo habilidad para la repostería, aunque eso sea un poco incompatible con la necesidad de perder peso... REGULAR-NO HECHO. He aprendido alguna receta nueva, pero ni de lejos como para darme por contenta con este objetivo. Y sobre la repostería, casi mejor corremos un tupido velo.

- quiero celebrar mi cumpleaños en una casa rural. HECHO. Totalmente mudita, pero hecho :)

- quiero ser feliz. HECHO. Puede que me queje de muchas cosas y que piense que siempre se puede mejorar, pero la verdad es que estoy realmente contenta con mi vida.

En resumen, que más bien podría decirse que no he cumplido mis propósitos. Sin embargo, dado que los más importantes eran el primero y el último, y esos sí que están, la verdad es que me siento muy contenta con este año. Han pasado cosas horribles, sí, y algunas de ellas a personas muy cercanas a mí, pero desde mi punto de vista de hormiguita centrada en su ombligo, el balance es positivo. Será que veo el mundo desde unas gafas color rosa (bueno, más bien son moradas), pero también creo que uno se enfrenta mejor a los problemas si es en positivo.