Hace unas semanas fui a la boda de unos amigos y me correspondió la mesa "Roleadores". Una buena mesa. Lo cierto es que hace ya mucho tiempo que no juego una partida en condiciones (la 4ª edición de D&D es poco más que un juego de tablero). Hay quien reniega de su pasado como rolero, y hay quien se empeña en seguir jugando contra viento y marea. En mi caso han sido más las circunstancias que la falta de ganas lo que ha hecho que lleve tanto sin jugar.
Pero hace un rato lo he echado de menos. He echado de menos un verano (hace ya muchos, muchos años) en el que estuve jugando prácticamente cada tarde, e incluso me animé a dirigir una pequeña aventura (debo ser la peor master del universo, se me murieron todos los jugadores, ¡y eso que era Star Wars!).
¡Qué mal me sienta planchar!
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Bueno, es que es un pasatiempo que consume bastante tiempo y que obliga a dedicarle como poco una tarde cada semana o dos para poder ir siguiendo la partida en condiciones.
ResponderEliminarPero si te entra la nostalgia de nuevo te recuerdo que yo estaba preparando una partida de un cruce entre Cthulhu y La Liga de Los Extraordinarios Caballeros...
Yo me apunto pero nos hace falta algún jugador más, Erik :)
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