viernes, 31 de diciembre de 2010

Se acaba el 2010

Pues sí, en unas pocas horas se acaba este año y empieza otro. Los años son una convención del ser humano para entenderse con sus semejantes. De acuerdo que la Tierra da vueltas alrededor del Sol y todo eso, pero el hecho de que el año empiece el uno de enero y no el quince de marzo (por ejemplo) no es más que un acuerdo entre seres humanos.

Con respecto a lo sucedido en los últimos 365 días, ha habido cosas buenas y cosas malas, como es lógico y natural. He conseguido mi plaza (a falta de pasar el año de prácticas, pero mi tutor parece contento conmigo), he hecho un viaje precioso a ver castillos franceses, tengo un par de seguidores en el blog que no son amigos de mi vida en 3D, he cogido algún kilo más de la cuenta, y he perdido a Cacahuete, entre otras muchas cosas que también han pasado.

Y en los próximos 365 días también pasarán cosas buenas y cosas malas. Entre las buenas espero que me aprueben las prácticas y que no me hagan esperar mucho para verme publicada en el BOE (aunque creo que hasta octubre o por ahí, nada), quizá ir a un viaje bonito otra vez (querría ir a Amsterdam, Brujas,...), y también pienso poner de mi parte para volverme a embarazar, y con un poco de suerte hasta tener un bebé (o una bebita) en mis brazos cuando despida el próximo año.

Así que, en realidad, mañana será un día igual que hoy y, sin embargo, esta noche comeré uvas al ritmo de las campanas, y mañana no me perderé la marcha Radezky ni el Danubio Azul.

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